Este circuito está situado en el desierto a las afueras de la capital de Bahréin en Manamá y, construido en 2004, es uno de los más modernos del calendario de F1, con una arquitectura para reflejar temas árabes. La construcción del circuito fue apoyada por el Príncipe heredero, un entusiasta de automovilismo y el Honorario Presidente de la Federación del Motor de Bahréin. La pista fue diseñada por Herman Tilke, los costes de la construcción tiene reputación por pertenecer a la región de los 150 millones de dólares. La pista organizó su primer GP de F1 en 2004, con buen tiempo que favorecía a los neumáticos Bridgestone. Schumacher encabezó un final 1-2, con el rival más cercano a 30 segundos. La carrera de 2005 demostró ser la segunda de un hatrick(o triplete) de victorias para el eventual campeón Fernando Alonso. Situado en medio de un desierto, el circuito presenta un problema que no se ve en la F1 desde el circo visitó la pista costera de Zandvoort para el GP de neerlandés. Hubo dudas iniciales de que la arena podría soplar en el circuito durante las carreras, pero las autoridades fueron capaces de minimizar este riesgo rociando un adhesivo sobre la arena alrededor de la pista. El principal reto para los equipos es asegurarse de conservar la fina arena fuera del motor - especialmente importante ahora que cada motor debe durar dos carreras. La arena también afecta a la superficie de la pista, haciendo la elección de neumáticos más difícil. Los conductores también se enfrentan a un reto al aprender el circuito - se encuentra rodeado de espacios abiertos, así que hay pocos puntos de referencia en la frenada.